La actividad
En el mes de junio de 2024, un equipo de Mardones Ingeniería en Madera inspeccionó 16 puentes y pasarelas en la Región de Aysén, construidas por la Dirección de Vialidad del Ministerio de Obras Públicas a contar de 1998 empleando maderas creosotadas al vacío y presión, en caliente, conforme a la especificación técnica Aysén – 001 – 1998.
La experiencia permitió evaluar el estado actual de estas estructuras, constatando que ninguna de las piezas mostraba daño por bio-deterioro (pudrición), a pesar de los más de 25 años de servicio, tal ya como había sido observado por los inspectores fiscales de la región.
La obtención de esta valiosa información sobre el rendimiento del material es consistente con lo previsto en los estándares internacionales de la AWPA (American Wood Protection Association), la norma europea CSN EN 351-1 y la BSI (British Standards Institution) sobre durabilidad de madera la preservada para uso a la intemperie en obras civiles, según los cuales la madera debidamente preservada debe ofrecer una vida media de 30, 60 o más años, conforme al riesgo inherente al clima, la ubicación de los elementos en una estructura, las retenciones alcanzadas y las protecciones de diseño contempladas.
La Experiencia del Equipo
De inicio a fin, el equipo, comprometido con la misión de levantar la información con precisión, mostró gran entusiasmo y fuerte espíritu colaborativo, permitiendo cubrir, en pocos días, un territorio extenso. El trabajo se vio retribuido no solo por la comprobación de las bondades del material sino también por el descubrimiento de una región de impresionante belleza natural, haciendo que la tarea fuera tan gratificante como desafiante y enriquecedora.
Las estructuras más representativas
En este blog compartimos con nuestros seguidores imágenes y datos relevantes de algunas de las estructuras inspeccionadas.
- Puente El Mogote: Este puente fue uno de los más destacados de la visita. Su tablero, repuesto con madera creosotada en 2021, se encontraba en excelentes condiciones. La configuración estructural, con tornapuntas en sus cepas y estribos, demostró ser efectiva, y la madera mostró solo un desgaste mecánico mínimo, sin señales de pudrición o hongos.
Pasarela Torreones 1 y 2: Estas pasarelas gemelas son fundamentales para el tránsito peatonal en la zona. Fueron reconstruidas con madera creosotada. A pesar del uso constante, ambas se mantienen en buen estado, con sus maderas libres de deterioro significativo y únicamente mostrando desgaste mecánico superficial.
Puente Los Palos y Puente Río Turbio: Estos puentes son ejemplos del uso eficiente de madera preservada. El primero, reconstruido en 1998, y el segundo en 2012. Las inspecciones revelaron que las piezas estructurales se encuentran en excelentes condiciones, sin presencia de hongos o pudrición, y solo con desgaste superficial debido al uso continuo.
Pasarela Pangal 1 y 2: Similar a las pasarelas Torreones, la primera reconstruida en 1998 con madera pintada in situ con carbonileum y la segunda con madera creosotada, en el mismo año. La pasarela Pangal 2 muestra un buen comportamiento a lo largo del tiempo y no ha requerido de conservación. Por el contrario, la Pangal 1, ha sido reconstruida 2 veces y se encuentra pronta a ser reconstruida nuevamente. Ellas forman parte de un ensayo comparativo realizado por la Dirección de Vialidad para comprobar cuantas veces más dura la madera creosotada respecto de la pintada con el método tradicional que, a la fecha, ya se aproxima al triple. Las piezas tratadas con creosota han demostrado ser especialmente duraderas, manteniendo su integridad estructural y estética.
El diagnóstico general de las estructuras fue positivo. A pesar del tiempo transcurrido (25 años en servicio en el caso de las primeras instalaciones), la mayoría se encuentra en buen estado. Las estructuras están libres de pudrición y hongos, presentando solo desgaste mecánico, lo que es esperable dado su uso. Algunas piezas mostraron daños locales, pero estos no afectan su integridad estructural.
La creosota aplicada por el método de vacío y presión, en caliente, en madera seca (50% de contenido de humedad) como método para conservar la madera ha demostrado ser eficaz, con una exudación y volatilidad adecuadas que no generan molestias. Es alentador ver que las maderas viejas, o ya expuestas a las severas condiciones climáticas de la zona, se mantienen en buen estado y no presentan problemas significativos.
Con la convicción que otorga la experiencia relatada, seguiremos trabajando en mejorar y promover el uso de soluciones modernas en madera, asegurando la calidad y durabilidad de productos y estructuras innovadoras y eficientes