"En el último siglo, el sector de la construcción ha tenido un crecimiento desmesurado alargando un antiguo modelo de construcción
que data de la revolución industrial, esto conlleva a grandes emisiones de CO2 en todas las etapas de la construcción de un proyecto, generando desastrosos sucesos. Frente a este caótico panorama, resultaba imperativo cambiar el antiguo modelo y establecer uno nuevo el cual este soportado en el uso de materiales renovables y sostenibles como la madera; así, la madera e impulsada por los grandes avances tecnológicos y la generación de nuevos productos derivados de este material, se ha posicionado como una opción competente frente a este modelo." (Jaramillo, Barcelona, 2019).
Beneficios Ambientales, Funcionales y Económicos: Realidades
Se está observando un cambio en la percepción de la madera como material de construcción, aunque aún existe mucho desconocimiento comparado con materiales como el hormigón o el acero. Aquí se destacan los beneficios ambientales, funcionales y económicos de la madera.
Beneficios Ambientales
La madera es un producto natural que no requiere procesos industriales intensivos, reduciendo significativamente el gasto energético en comparación con otros materiales como el acero o el cemento (Fournier, 2008). Es reciclable y biodegradable, lo que evita problemas de contaminación de suelos, aguas o atmósfera.
Además, la madera contribuye a mitigar el cambio climático al actuar como sumidero de carbono, fijando CO2 tanto en los bosques como en los productos de madera, lo que ayuda a reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Según estudios, un metro cúbico de madera almacena alrededor de 1,6 toneladas de CO2 (Madera 21). El uso de madera en la construcción podría ahorrar del 14% al 31% de las emisiones globales de CO2 y del 12% al 19% del consumo global de combustibles fósiles (Lop, 2020). Además, una vivienda construida en madera en vez de ladrillo puede reducir las emisiones de carbono en 10 toneladas (Basque Wood Cluster, 2022).
Beneficios Funcionales
Con las protecciones adecuadas contra la humedad, intemperie y ataque de hongos, la madera es un materia
l resistente al tiempo y a las condiciones meteorológicas, siendo útil tanto en interiores como en exteriores. Ejemplos de estructura
s duraderas incluyen los templos japoneses con piezas estructurales de más de 1000 años y el campamento minero Sewell en Chile, construido en madera de pino oregon en 1905. Un ejemplo moderno es la cubierta del nuevo edificio del Paso Los Libertadores, que en 2018 se convirtió en el proyecto más grande de América Latina construido en madera laminada, cubriendo una superficie de 16 mil metros cuadrados.
La madera tiene una baja conductividad térmica, proporcionando un excelente aislamiento térmico, 15 veces mejor que el hormigón armado, 500 veces mejor que el acero y 2000 veces mejor que el aluminio (Hernández y Elgueta, 2020). También es flexible y ligera, lo que le permite comportarse bien ante sismos, y permite un ahorro significativo en el tiempo de ejecución de obras, como indicó Susana Jara del MINVU.
Beneficios Económicos y Sociales
El uso de la madera genera empleo y contribuye significativamente al PIB nacional en países como Chile. En 2020, el sector forestal contribuyó con un 2% al PIB nacional y empleó a 112,200 personas, con la industria forestal primaria empleando a 33,500 personas (INFOR, 2021). La industria del aserrío en Chile cuenta con 1,270 aserraderos, de los cuales 984 estaban operativos en 2018, empleando a 16,373 personas, principalmente en las regiones del Biobío y del Maule (Gysling et al., 2020).
La silvicultura también proporciona ingresos complementarios para muchas familias agrícolas y ganaderas, siendo esencial desde puntos de vista económicos, alimenticios, medioambientales, culturales y de gestión del territorio.
En resumen, la madera es un material sostenible, eficiente y beneficioso para el medio ambiente, la economía y la funcionalidad de las construcciones, representando una opción moderna y viable para el futuro de la construcción.