En la Región de Aysén, el uso de madera preservada con creosota ha transformado la manera de construir y mantener puentes y pasarelas. Desde 1999, estructuras como la Pasarela Pangal N°2 han demostrado una vida útil superior a los 25 años con un mínimo deterioro, superando ampliamente el rendimiento de las estructuras construidas con madera sin preservar.
El estudio comparativo, desarrollado en conjunto por la Dirección Regional de Vialidad de Aysén y Mardones Ingeniería en Madera, evidenció que la inversión inicial en madera preservada es compensada con creces gracias a su baja necesidad de mantención, representando hasta un 43% menos de costo total a lo largo de su vida útil.
Además, la Especificación Técnica Aysén – 001 – 1998 se mantiene vigente y alineada con normas chilenas e internacionales, garantizando calidad, resistencia y sostenibilidad. Esta tecnología no solo prolonga la vida útil de la infraestructura, sino que también promueve un uso responsable de los recursos forestales, evitando reemplazos frecuentes y reduciendo el impacto ambiental.
La experiencia de Aysén es un ejemplo concreto de que la madera preservada es una solución definitiva, segura y sostenible para la conectividad de comunidades, con beneficios comprobados en durabilidad, economía y desempeño estructural.